La Marcha Nórdica consiste en caminar con unos bastones especialmente diseñados para este deporte y con el objetivo de optimizar el esfuerzo físico realizado en el movimiento biomecánico de nuestro cuerpo al andar.
Los bastones son diferentes de los que se utilizan en senderismo.
La Marcha Nórdica está reconocida como una actividad que involucra todo el cuerpo. Esto lo conseguimos porque utilizamos espalda, hombros y brazos y que junto con nuestras piernas y cadera hace que aumentamos la eficacia del desplazamiento y la velocidad, a la vez que realizamos más kilómetros que en una caminata sin bastones.
Al utilizar los bastones trabajamos más zonas de nuestro cuerpo, el esfuerzo estará más repartido y por lo tanto nos cansaremos menos que si ese recorrido lo hacemos sin utilizar bastones de Marcha Nórdica.
Practicando Marcha Nórdica mejoraremos nuestra forma física y fortaleceremos nuestro músculos. No importa que tu estado físico no sea el mejor y tampoco es importante tu edad ya que de la mano de monitores profesionales te irás adentrando en esta practica deportiva tan completa.
La Marcha Nórdica es perfecta para personas que tienen sobre peso o problemas en sus articulaciones y puede ser el ejercicio perfecto como complemento en programas de perdida de peso.
La duración e intensidad de los recorridos varían y se adaptan a todos: pueden ser pequeños paseos para personas con problemas en su movilidad, grandes recorridos para deportistas más experimentados e incluso podemos llegar a la competición.
La Marcha Nórdica requiere de aprendizaje y para ello lo mejor es ponerse en manos de profesionales titulados que nos enseñarán la técnica necesaria. Con ellos evitaremos que el ejercicio sea el correcto para que el trabajo físico realizado sea el necesario y evitar cargas excesivas en las articulaciones.
La Marcha Nórdica es un deporte seguro y apto para todo tipo de personas con el que desarrollaremos nuestro cuerpo de una manera simétrica y equilibrada. Al realizarlo al aire libre también obtenemos los beneficios del contacto con la naturaleza.
La Marcha Nórdica puede disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades como cardiopatías, diabetes de tipo 2 y asma.
Los Bastones pueden ser de un solo tramo o regulables en dos o tres tramos.
Los más utilizados son los de dos tramos por su versatilidad y fácil transporte.
La altura de los bastones se calcula colocando estos, sin los tacos o pads, poniéndolos frente a nosotros, la salida de la dragonera tiene que estar a la altura de nuestro ombligo. También lo podemos calcular multiplicando nuestra altura por 0,68 cm.
Los bastones nos sirven de apoyo y amortiguación además de guía.
Partes de un bastón
Empuñadura: Las más económicas son de plástico pero son las más duras al tacto. Las de caucho tienen más adherencia y ls de corcho serán las más suaves y agradables al tacto.
Dragoneras: Permiten llevar el bastón sujeto a la mano. Las dragoneras tienen tallas y se regulan de acuerdo al tamaño de nuestra mano.
Tubería: De carbono son los más ligeros y los que menos vibraciones nos transmiten, también son los más altos de precio. Los de aluminio son perfectos si te estás iniciando e incluso si tu nivel ya es medio. Son más económicos que los de carbono. También existen combinaciones de ambos materiales. Los bastones de carbono son más ligeros que los de aluminio y transmiten menos vibraciones.
Puntas: Pueden ser de tungsteno o de acero, lo ideal es que sean de tungsteno para que su duración sea mayor.
Pads, Conteras o Tacos: Les puedes llamar de cualquiera de estas maneras y son las piezas de goma o caucho que se colocan en las puntas de los bastones para que estos no resbalen según en que superficies se utilicen. Estos nos proporcionan agarre y amortiguación para que las vibraciones no se transmitan directamente sobre nuestras articulaciones.